Del Marqués de Comillas a la Libertad




Cabe recordar que antes de que se construyera el muelle de la Libertad, ya se había realizado una de las mejores obras portuarias que hemos conocido en Cádiz: la adaptación del Marqués de Comillas al tráfico rodado. Aquella actuación fue reconocida en su día por los propios estibadores como una intervención ejemplar, con un diseño que facilitaba las labores, maximizaba la seguridad y permitía una operativa eficiente. Una obra de categoría superior que, con el mantenimiento actual y las mejoras en curso, sigue viva y útil como el primer día.

Sin embargo, la instalación de una valla redujo los aparcamientos y desorganizó buena parte de aquel logro. Pero aún con esas, el muelle sigue siendo pilar del tráfico rodado en el puerto de Cádiz, un tráfico por el que este colectivo lleva más de dos décadas luchando sin descanso. Desde los tiempos de María Castaña —cuando todo eran promesas y castillos en el aire—, siempre estuvimos al pie del muelle. Ni callados, ni ausentes. Luchando por lo que sabíamos que era justo: un puerto operativo, seguro y con futuro.

Y los resultados están a la vista. No hemos parado de crecer. El puerto se transforma, con proyectos potentes también para otros tráficos. Se aproxima una terminal de contenedores moderna, con tren a pie de muelle y conexión directa con Europa, por todas las arterias de la península hasta los Pirineos, como siempre soñamos. Algunos estaremos ya casi de visita, pero sabremos que fuimos parte de esa historia.

Ahora bien, igual que defendemos, también pedimos compromiso. En este mercado libre no gana el que más grita, sino el que mejor se prepara. No estamos en tiempos de cobas ni de halagos vacíos. Aquí solo vale demostrarlo cada día. Y si hay algo que nos define es que somos los mejores, no por decirlo, sino porque seguimos aquí. Con todo en contra. Con zancadillas. Con barcos que se nos fueron… pero nunca nos fuimos nosotros.

Quien ha vivido esto sabe que, cuando suena un buque, suena el pan en casa. Aquí no hay jefes, hay conciencia. Quien contrata sabe que, aunque a veces se proteste, con nosotros siempre gana, porque nosotros también dependemos de ese barco. Por eso siempre ha existido esa simbiosis natural entre estibadores y empresas: trabajamos juntos porque compartimos destino.

Y si los estibadores fueran conscientes del poder que tienen siendo grandes profesionales —que lo son en Cádiz—, y si se decidieran a seguir creciendo en formación, unidad y visión… entonces no habría duda: el futuro sería tan nuestro como lo fue el pasado.

Aquí seguimos. Vivos. Fuertes. Y con ganas de seguir dando lo mejor en cada barco. Porque cuando uno se entrega al cien por cien por su puerto, no solo le da lo mejor a la empresa o al cliente. Se lo está dando a sí mismo.



"El colectivo de estibadores del Puerto de Cádiz agradece a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) por iniciar mejoras en las condiciones de seguridad del puerto, como la ampliación de zonas de aparcamiento para remolques, la reparación urgente de pavimentos en el muelle Marqués de Comillas, y la nivelación de áreas críticas para evitar vuelcos. También se ha avanzado en la reparación de rampas móviles y en la sustitución de registros defectuosos. Entre los proyectos futuros se incluyen la actualización de la señalización, la reordenación del tráfico rodado y la intensificación de las inspecciones de seguridad. Por otro lado, la Policía Portuaria, nuestros compañeros, está desempeñando un papel clave en la gestión eficaz del tráfico, regulando los flujos de vehículos y peatones, y estableciendo separaciones provisionales entre diferentes tipos de tráfico. Su intervención constante en zonas conflictivas ha evitado incidentes graves, garantizando un ambiente más seguro en el recinto. Agradecemos estos esfuerzos y seguimos vigilantes para asegurar que se cumplan todos los compromisos y que las mejoras continúen, con el objetivo de hacer del Puerto de Cádiz un entorno más seguro y eficiente para todos."


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