Next
Previous

Páginas

0

Los estibadores: Un pilar fundamental en el futuro del Puerto de Cádiz





En el corazón del movimiento de mercancías, encontramos a los estibadores. Su tarea de cargar y descargar barcos es una danza coordinada de fuerza, destreza y experiencia. A través de años de servicio en este entorno marítimo dinámico e impredecible, han perfeccionado su oficio hasta convertirse en piezas vitales del engranaje portuario. Los estibadores, profesionales con una larga experiencia en el sector portuario, juegan un papel crucial en el funcionamiento del Puerto de Cádiz. 




Desafíos y ventajas :

Lo imprevisible en el tráfico marítimo y los cambios en las líneas navieras generan picos de trabajo y periodos de inactividad. Esto dificulta que las empresas contraten personal fijo, lo que lleva a la necesidad de soluciones flexibles como los Centros Portuarios de Empleo (CPE).

 A pesar de la incertidumbre laboral, la experiencia y especialización de los estibadores son altamente valoradas por muchas empresas. Su conocimiento del manejo de maquinaria portuaria y su capacidad para adaptarse a diferentes tipos de carga los convierten en activos  esenciales.


Los Centros Portuarios de Empleo: Una solución flexible y beneficiosa para todos 

 Los CPE permiten a las empresas contar con personal cualificado y disponible cuando lo necesitan, sin la necesidad de mantener una plantilla fija durante periodos de inactividad. Esto reduce los costes laborales y les da mayor flexibilidad para adaptarse a las fluctuaciones de la demanda. Permiten contar con personal capacitado y disponible cuando se requiera. Al no tener que contratar y formar a nuevo personal de forma regular, las empresas estibadoras pueden ahorrar costes en procesos de selección, formación y capacitación. Los CPE se encargan de la gestión administrativa y logística de los trabajadores, lo que permite a las empresas estibadoras centrarse en sus actividades principales. Los CPE tienen acceso a un pool de trabajadores más amplio que las empresas estibadoras por sí solas, lo que les permite encontrar el personal con las habilidades y experiencia que necesitan. 

Los CPE pueden ayudar a mejorar las relaciones laborales entre las empresas estibadoras y los trabajadores al proporcionar un canal de comunicación neutral y al garantizar que se cumplan los derechos laborales.



Los CPE ofrecen a los estibadores la posibilidad de trabajar para diferentes empresas dentro del puerto, lo que les proporciona mayor estabilidad laboral y protección de sus derechos, aumentan las oportunidades de trabajo para los estibadores al ponerlos en contacto con una mayor variedad de empresas,  ofrecen programas de capacitación y formación a los estibadores para que puedan actualizar sus habilidades y adaptarse a las nuevas tecnologías, ayudan a mejorar las condiciones laborales de los estibadores al negociar mejores condiciones y beneficios con las empresas estibadoras, contribuyen al mayor reconocimiento profesional de los estibadores al establecer estándares de formación y certificación.





Los estibador@s, junto con los CPE, son elementos fundamentales para el futuro del Puerto de Cádiz. Su experiencia, flexibilidad y capacidad de adaptación son esenciales para enfrentar los desafíos del entorno marítimo cambiante y garantizar la eficiencia y competitividad del puerto. La colaboración entre empresas estibadoras, autoridades portuarias y los propios estibadores será clave para aprovechar al máximo las oportunidades que se presenten en el futuro. La inversión en formación y capacitación continua será esencial para seguir siendo un activo valioso para el Puerto de Cádiz. 





0

El Puerto de la Bahía de Cádiz supera los 5,2 millones de toneladas a un mes de que acabe el año.

Sólo en los años 1983, 2005, 2006 y 2007 se superó este volumen de tráfico Miércoles, 14 de diciembre de 2022. El Puerto de la Bahía de Cádiz ha superado los 5,2 millones de toneladas de mercancías movidas hasta el mes de noviembre, apuntando un cierre de ejercicio histórico, ya que sólo en los años 1983 y en el trienio de 2005 a 2007 se ha superado este volumen de tráfico. Esta cifra supone un crecimiento del 18,55 por ciento frente a noviembre de 2021. Según la forma de presentación de la mercancía, los graneles sólidos y líquidos, con 1,7 y 1,3 millones de toneladas respectivamente, acaparan las mayores subidas, de un 54 y un 40 por ciento cada uno. En el caso de los graneles sólidos, siguen destacando, como a lo largo de todo el ejercicio, los cereales y sus harinas, con un total de 715.000 toneladas, lo que supone un 40 por ciento del volumen total de este grupo. Dentro de los graneles líquidos más de 850.000 toneladas corresponden a productos bituminosos. La mercancía general, por su parte, sigue siendo el grupo de mayor volumen, con más de 2 millones de toneladas movidas, si bien, anota un descenso del 9 por ciento frente a noviembre de 2021. Este grupo lo siguen liderando las frutas, hortalizas y legumbres y otros productos alimenticios, con alrededor de 290 mil y 277 mil toneladas respectivamente. En total, las mercancías apuntan un crecimiento del 18 por ciento y superan los 5 millones de toneladas. Hay que recordar que el crecimiento medio del sistema portuario de interés general (hasta octubre) es del 4,5 por ciento. El avituallamiento, por otro lado, se ha visto incrementado un 43 por ciento hasta el mes de noviembre de este año, con 140.335 toneladas, principalmente de agua. La pesca fresca, por su parte, continúa la tendencia a la baja de los últimos meses, con un descenso del 9 por ciento en el acumulado del año hasta noviembre, con 12.550 toneladas de pescado que alcanzó un precio de venta de 43,6 millones de euros, un 5,45 por ciento más que en noviembre de 2021. Respecto a la forma de transporte, el tráfico rodado (roro) ha subido un 3,22 por ciento frente al mismo periodo de 2021, con 706.229 toneladas; al igual que tráfico de contenedores (lolo), que sube un 4 por ciento en teus (170.576) y un 2 por ciento en número de contenedores (91.405), si bien, las toneladas se reducen un 9 por ciento (1,28 millones). Finalmente, el número de escalas de cruceros contabilizadas hasta noviembre alcanza las 284, frente a las 121 del año pasado; mientras los pasajeros pasaron de 113.596 a 369.654. Esto supone un incremento del 134 y 225 por ciento, respectivamente, y una vuelta a las cifras prepandemia.